Resulta que fui de visitas a casa de mi hermana. Mi sobrina me sorprendió con un regalo...
Me cogió de la mano y llevándome a su habitación, me mostró un grupo de muñecas que había sobre su cama, parecía que habían salido de un bombardeo...
-escoge una- me dijo...
Yo no me lo podía creer ¡pero claro! No me podía negar...
Las miré con precaución una a una, ella me agitaba la mano insistiendo:
-"escoge una"...-
Me decidí por una que tenía muy mal aspecto, la ropa rota, el pelo revuelto, la cara sucia...
-Esa tiene los dedos masticados- Me dijo.
¡Ah! No importa, me gusta así...
(Menos mal que no había ninguna peor, si no, me la traigo, "soy una sentimental")
A la hora de irme, mi hermana la puso en una bolsa, me miró con resignación y me despedí.

"Dices que siempre quisiste tener más hijos..." ¡¡¡Pero una muñeca mamá!!!
Yo guardé silencio ...
Bajé la caja de los hilos y saqué mis agujas de punto...

Le hice dos coletas, le coloqué el jersey, los patucos y unos lazos...
Y aquí está mi muñeca "vestida de azul"...

Cuando una gran señora esperaba un niño deseaban que fuera un varón, las habitaciones del niño se decoraban en tonos rosas, color que se identificaba con los hombres por ser signo de calidez y fuerza y el azul el de las niñas por suave y delicado, como el cielo.


He colocado mi muñeca sobre la estantería de mis cosas y me parece preciosa...
¿Y a vosotras, os gusta?
